MÉXICO.- En medio de protestas, chiflidos y hasta inconformidad de gobernadores, el Consejo Político Nacional del PRI aprobó ayer la prolongación de la dirigencia de Mariano Palacios Alcocer y Rosario Green hasta el 4 marzo del 2007 “como máximo”, con lo que los madracistas lograron ganar una primera batalla a Enrique Jackson y el grupo que lo apoya en sus intenciones de lograr la presidencia del tricolor.
Los 648 consejeros que asistieron ayer a la XXV sesión del CPN también instruyeron al Comité Ejecutivo Nacional del partido a emitir la convocatoria para la XX Asamblea Nacional Ordinaria, en la que se reformarán los documentos básicos del tricolor aunque quedó “en el aire” si solo habrá de ser deliberativa o se convierte en electiva, es decir, si en su marco podría elegirse a la dirigencia del PRI que durará cuatro años en su encargo.
Este punto provocó una ríspida confrontación entre los consejeros e incluso que el gobernador de Veracruz, abandonara molesto el auditorio Plutarco Elías Calles a media sesión luego de que fracasara en su intento por lograr que la Asamblea Nacional ordinaria a la que se convocará en noviembre fuera el marco para elegir a la nueva dirigencia que sustituirá a Palacios Alcocer.
“Yo no entiendo para qué continuar en una dirigencia que lo único que puede administrar es la ruina del partido”, sentenció con evidente molestia al abandonar los trabajos del CPN.
“Ya nos han hecho muchas”, sostuvo el mandatario veracruzano al recordar que en el proceso electoral les “quitaron candidatos a diputados y senadores”. “Son muchas y Veracruz es una de las grandes reservas del partido y no podemos ir por esa ruta que no nos agrega mucho”.
Si bien el CPN aprobó la permanencia de Palacios Alcocer como dirigente, los miembros del CEN podrán ser removidos para hacer frente a las nuevas circunstancias y coyunturas que enfrenta el partido y de entrada el secretario de Acción Electoral Fernando Moreno Peña y de Organización, César Augusto Santiago “están en la cuerda floja”, según revelaron fuentes cercanas a la presidencia nacional.
“Planchada” y cabildeada la continuación de la dirigencia de Palacios Alcocer, la sesión parecía caminar conforme a lo planeado pero a la hora de entrar al debate de si la Asamblea debía ser o no electiva, los ánimos parecían salirse del control y empezaron las rechiflas o abucheos establecieron que solo debía se debía discutir la reforma de documentos básicos y perfil ideológico.
