SIN LINEA
***Más de 10 mil niños y adolescentes mueren al año por ingesta de alcohol
***Comienza batida contra "antreros" corruptores de menores de edad
José SANCHEZ LOPEZ
LAS cantidades de alcohol que se consumen en el país, principalmente en el Distrito Federal y en ciudades fronterizas, originan la temprana muerte de cuando menos 10 mil menores al año. Cifras del Instituto Nacional sobre Alcoholismo, revelan que actualmente la ingesta de alcohol entre menores comienza a los 10 años y una gran mayoría requiere ya de tratamiento antialcohólico a los 16. Las cifras indican que el 52 por ciento de la población de entre los 13 y 16 años, consumen alcohol tres veces por semana. Sin duda que son estadísticas escalofriantes que presagian un final desastroso para lo que damos en llamar: "El futuro de México". Empero, esas cifras no precisan un censo respecto al número de establecimientos que, violando la ley flagrantemente, se dedican a alcoholizar a niños y adolescentes, situación que tarde o temprano los llevará al consumo de drogas, fenómeno estrechamente ligado a la ingesta de alcohol. Pero para que esa situación se de, necesariamente hay complacencia y, en algunos casos, complicidad de autoridades que fomentan a los envenenadores públicos a cambio de generosas dádivas. Ese panorama tan negro debería encender los focos rojos en todos los gobiernos, pero no. Muchos guardan ominoso silencio convirtiéndose en cómplices. Afortunadamente otros no y ya comienzan a tomar medidas para afrontar y disminuir el envenenamiento de niños y niñas. Los primeros en encarar dicho flagelo han sido los delegados de Cuauhtémoc y Gustavo A Madero, en el Distrito Federal, ALEJANDRO FERNANDEZ RAMIREZ y NORA ARIAS CONTRERAS, así como el director del Instituto Nacional de Verificación Administrativa, MEYER KLIPP GERVITZ. Algunos de los antros que están en la mira son: "Bar Azteca", en Eje Central y Salto del Agua; "Bar Manolo", en las calles de López número 12, en Cuauhtémoc y "La Diana Cazadora", en las calles de Montevideo, en Lindavista. En dichos sitios, se permite el acceso a menores de edad, se les vende licor adulterado las 24 horas del día, pues a pesar de que cierran la cortina trabajan a puerta cerrada día y noche. Ese es el principal problema, la venta indiscriminada de alcohol a los menores, pero además dichos tugurios carecen de los permisos correspondientes que muchas veces son falsificados con la complacencia de funcionarios menores delegacionales y del INVEA. Hay algunos servidores públicos (¿?) que sólo van a esos negocios a comer, a cobrar sus cuotas de protección y, desde luego, a "ponerse hasta las chanclas", pese a que ellos mismos saben que ahí se consume licor adulterado, pero como no pagan pues no reclaman. Inducir a alguien a la bebida o a la drogadicción es condenable, pero en el caso de menores el delito cobra mayor importancia porque se atenta contra niños, niñas y adolescentes indefensos por lo que el castigo debería ser ejemplar para no alentar ese tipo de ilícitos.***EL FUTURO DE LOS NIÑOS SERA SIEMPRE HOY, NUNCA HABRA UN MAÑANA.***AU REVOIR.
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