Jacobo Zabludosky, sonrió y dijo: "Quiero decirles….que en una muestra de amistad y cariño, tuve como chofer, un día al hombre más rico del mundo". Y todos aplaudieron. Jacobo, se refería a Carlos Slim Helú, quien en esa anécdota manejó su auto para trasladar a Jacobo y su fina esposa.
Este ambiente privó ayer durante el reconocimiento de la Universidad del Claustro de Sor Juana, que dirige la maestra Carmen López Portillo.
Allí, le fue concedida al personaje más popular de México, la Presea Sor Juana por su contribución a la Ciudad de México, y su aportación a la cultura y su filantropía dedicada a la gente más humilde.
Carlos Slim de traje azul, estaba feliz tras el discurso de Jacobo y también el de Carmen López Portillo y otros personajes invitados en una noche de clima cálido y de palabras también cálidas dedicadas a quien ha logrado bienestar para la ciudad de México.
López Pörtillo, quiehj es la culpable de que le Claustro de Sor Juana sea una de las mejores universidades del mndo, dio un largo discurso peor emotivo, emocionante sobr4e el centro histórico.
Jacobo, nacido en le barrio de la Merced. Hoy recompuesto, se dijo orgulloso de la ciudad "y de las pistas de hielo" (todos sonrieron) que muchos, dijo, "disfrutan en esta ciudad".
Luego se le colocó al presea a Carlos Slim y el aplauso general cerró un gran evento.