Pierden campesinos mexicanos 680 mdd por huracanes y ciclones
Alejandro Abrego González
MEXICO.-Un estudio realizado por organizaciones campesinas revela que, en los últimos diez años, América Latina y el Caribe han tenido pérdidas por más de 680 mil millones de dólares provocadas por los intensos ciclones y huracanes. En México los daños podrían ascender a por lo menos mil 500 millones de dólares, debido a que no existen programas preventivos para nulificar estos daños.
Estas cifras podrían acercarse a la realidad, aunque falta otro tipo de datos para redondear la investigación, aceptaron los informantes.
De esta forma en el campo mexicano los siniestros naturales incrementan los niveles de pobreza de manera alarmante y en esta temporada de tormentas tropicales, ciclones y huracanes, el panorama se torna desolador, aseguraron los investigadores.
Rafael Acevedo Acero, de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales; Luis Armando Rodríguez, de la CNC, y Raúl Hidalgo López, de la Central Campesina Cardenista, informaron lo anterior a este diario.
Este panorama impacta directamente la precaria economía de este empobrecido sector, donde sobreviven con muchas carencias 25 millones de mexicanos, señaló Luis Armando Rodríguez y Raúl Hidalgo, al ser entrevistados por este diario.
El número de personas afectadas por los siniestros en México y la región latinoamericana es de más de 200 millones de seres humanos, los cuales perdieron su hogar, propiedades y en algunas ocasiones la propia vida.
Rafael Acevedo Acero aseguró que en México nunca se informa con veracidad la cifra de victimas, ni el monto real de las pérdidas económicas que han venido dejando todos estos fenómenos.
En nuestro país las pérdidas que han dejado las prolongadas sequías podrían superar los mil millones de dólares, según las denuncias hechas por los integrantes de agrupaciones campesinas, afectadas por estos fenómenos.
NO TIENEN
SEGUROS
Lo lamentable de esta situación y que agudiza mas el problema de la pobreza, es que entre el 80 y el 90 por ciento de estos productores campesinos, es que todos ellos carecen de un seguro agrícola, ganadero o forestal, lo que provoca que estas perdidas recaigan en su débil economía.
CRECEN
LOS POBRES
De esta forma, dijo la Confederación Nacional de Propietarios Rurales, “el número de pobres en México crece cada vez más, pues cada año miles de familias que pertenecen a la clase media dejan ese nivel social para incorporarse al estrato nacional de “pobreza extrema”, pues “los desastres nacionales han terminado con su propio patrimonio”.
Así lo manifestó Rafael Acevedo Acero, de la CNPR, quien dijo que por esas razones, el problema de la pobreza en el campo se acentúa cada vez más, mientras las autoridades no han tomado verdadera conciencia de lo grave que son para el agro las sequías, inundaciones e incendios en las zonas forestales, debido a la falta de agua, los cuales en muchas ocasiones arrastran con miles de hectáreas de cultivo o matan cientos de cabezas de ganado, ocasionando graves pérdidas para sus poseedores.
Sin embargo, los efectos dañinos de los siniestros naturales son controlables, pues no sucede así debido a que se carece de un programa efectivo para prevenir y contrarrestar las embestidas de los fenómenos emitidos por la naturaleza.
Alejandro Abrego González
MEXICO.-Un estudio realizado por organizaciones campesinas revela que, en los últimos diez años, América Latina y el Caribe han tenido pérdidas por más de 680 mil millones de dólares provocadas por los intensos ciclones y huracanes. En México los daños podrían ascender a por lo menos mil 500 millones de dólares, debido a que no existen programas preventivos para nulificar estos daños.
Estas cifras podrían acercarse a la realidad, aunque falta otro tipo de datos para redondear la investigación, aceptaron los informantes.
De esta forma en el campo mexicano los siniestros naturales incrementan los niveles de pobreza de manera alarmante y en esta temporada de tormentas tropicales, ciclones y huracanes, el panorama se torna desolador, aseguraron los investigadores.
Rafael Acevedo Acero, de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales; Luis Armando Rodríguez, de la CNC, y Raúl Hidalgo López, de la Central Campesina Cardenista, informaron lo anterior a este diario.
Este panorama impacta directamente la precaria economía de este empobrecido sector, donde sobreviven con muchas carencias 25 millones de mexicanos, señaló Luis Armando Rodríguez y Raúl Hidalgo, al ser entrevistados por este diario.
El número de personas afectadas por los siniestros en México y la región latinoamericana es de más de 200 millones de seres humanos, los cuales perdieron su hogar, propiedades y en algunas ocasiones la propia vida.
Rafael Acevedo Acero aseguró que en México nunca se informa con veracidad la cifra de victimas, ni el monto real de las pérdidas económicas que han venido dejando todos estos fenómenos.
En nuestro país las pérdidas que han dejado las prolongadas sequías podrían superar los mil millones de dólares, según las denuncias hechas por los integrantes de agrupaciones campesinas, afectadas por estos fenómenos.
NO TIENEN
SEGUROS
Lo lamentable de esta situación y que agudiza mas el problema de la pobreza, es que entre el 80 y el 90 por ciento de estos productores campesinos, es que todos ellos carecen de un seguro agrícola, ganadero o forestal, lo que provoca que estas perdidas recaigan en su débil economía.
CRECEN
LOS POBRES
De esta forma, dijo la Confederación Nacional de Propietarios Rurales, “el número de pobres en México crece cada vez más, pues cada año miles de familias que pertenecen a la clase media dejan ese nivel social para incorporarse al estrato nacional de “pobreza extrema”, pues “los desastres nacionales han terminado con su propio patrimonio”.
Así lo manifestó Rafael Acevedo Acero, de la CNPR, quien dijo que por esas razones, el problema de la pobreza en el campo se acentúa cada vez más, mientras las autoridades no han tomado verdadera conciencia de lo grave que son para el agro las sequías, inundaciones e incendios en las zonas forestales, debido a la falta de agua, los cuales en muchas ocasiones arrastran con miles de hectáreas de cultivo o matan cientos de cabezas de ganado, ocasionando graves pérdidas para sus poseedores.
Sin embargo, los efectos dañinos de los siniestros naturales son controlables, pues no sucede así debido a que se carece de un programa efectivo para prevenir y contrarrestar las embestidas de los fenómenos emitidos por la naturaleza.
