SIN LINEA
José Sánchez
***Barcos Caribe naufrago junto con González Canto y Borge Angulo
Y que les sale el tiro por la culata.
Nunca pensaron los sui géneris políticos cozumeleños, FÉLIX ARTURO
GONZÁLEZ CANTO y ROBERTO BORGE ANGULO (que en mala hora llegaron a la
gubernatura de Quintana Roo), que su historial político, muy negro por
cierto, sería corto, afortunadamente.
FÉLIX, llegó a relevar a JOAQUÍN HENDRICKS DÍAS, que ya había dejado
muy maltrecho al estado.
Los ingenuos que creyeron en él, supusieron que las cosas mejorarían,
pero a corto plazo se darían cuenta que la voracidad de FÉLIX no tiene
parangón. Había llegado el más grande depredador que ha sufrido la
entidad, pero con el agravante de que fue lo suficiente perverso para
dejar en el cargo a quien le cubriera las espaldas y, en el peor de
los casos, cargara con sus culpas.
Ungió a ROBERTO, su discípulo predilecto, y cumplió con la encomienda.
Pero ya había barruntos de tempestad y pese a las alertas que le
lanzaron sus contlapaches ya en el poder, igual que su maestro se
sintió intocable.
Error de apreciación. No duró más de 24 horas como prófugo. La orden
de captura se emitió el 4 de junio de 2017 ya la mañana siguiente se
le detuvo.
Mientras, desde su escaño, FÉLIX sopesaba la situación. No había de
qué preocuparse.
Total, volvería a poner en práctica sus estrategias para salir avante:
un ejército cibernético (bots y trols), grupos de choque, golpeadores,
agitadores, alborotadores y una escalada de violencia con saqueos,
bloqueos, llamadas falsas de bombas y atentados, serían suficientes
para desestabilizar al gobierno del estado y desviar la atención.
Hubo el conciliábulo con ROBERTO, a través de terceros, y decidieron
jugarse su última carta.
Se dio el atentado a Barcos Caribe (FÉLIX tiene el 51 por ciento de
las acciones y los BORGE el 49 restante), pero el asunto terminaría
por salírseles de las manos.
No contaban que entre los 25 heridos, hubiera cinco estadounidenses lo
que originaría que interviniera el FBI.
Y así, conforme el ferry Caribe I se iba a pique, arrastraba consigo a
FÉLIX y a ROBERTO que ya no pudieron ocultar el montaje del
autoatentado.
Las investigaciones revelaron que el lunes 19 de febrero, el Servicio
Náutico descubrió un objeto que flotaba en el mar, a 800 metros de las
costas de Cozumel. La Marina confirmó que se trataba de un artefacto
explosivo, armado con PVC y un mecanismo para activarlo a control
remoto.
El miércoles 21 se registró el estallido en la embarcación. Un corto
circuito en una parrilla había sido la causa, diría ALICIA RICALDE
MAGAÑA, directora de la Administración Portuaria Integral.
También surgió un grupo criminal, mundialmente desconocido,
autollamado el Cártel de Pumba y Taca, que se atribuyó el atentado con
una manta en la que amenazaba a PERLA TUN PECH, alcaldesa de Cozumel.
La versión, por inverosímil, fue desechada por las autoridades.
Pero la cosa iba en grande, ya habían colocado otros dos artefactos
que tenían programados para hacerlos estallar.
En principio el objetivo había sido alcanzado por partida doble:
lograr que aumentara la percepción de inseguridad en Quintana Roo, a
fin de desestabilizar al estado y cobrar un seguro por daños de la
nave siniestrada de 4 millones de dólares.
Pero no contaban con el FBI, sin vínculo alguno con los ex
gobernadores, que investigó y aportó varios videos.
En uno de ellos, se observa a un tipo con gorra, una mochila a la
espalda y una maleta pequeña color aluminio. El sujeto discute con la
tripulación para que lo dejen pasar.
El Caribe I, inicia su travesía a Playa del Carmen y cuando atraca en
el muelle, se ve al mismo sujeto salir sin la maleta color aluminio.
Otro video muestra a ROBERTO BORGE MARTÍN, padre de BORGE ANGULO y
socio de Barcos Caribe, que, de manera apresurada, abandona la nave
antes de la conflagración. Después, ya ocurrida la explosión, se le ve
tranquilo, que observa como uno de sus barcos de altísimo valor queda
reducido a cenizas, para después abordar un yate de lujo y se
retirarse del lugar.
Al día siguiente se descubrirían los otros dos artefactos colocados en
el ferry Caribe III.
Ante ese panorama, ALFONSO NAVARRETE PRIDA, secretario de Gobernación,
no tuvo empacho en declarar que la versión del autoatentado no se
puede descartar "y la Procuraduría General de la República tiene ya su
hipótesis sobre lo que ocurrió, pero será la que dé a conocer los
resultados y a los responsables que serán puestos a disposición de las
autoridades", advirtió.
Y por si fuera poco, la Marina Mercante suspendió el servicio del
ferry Caribe III, porque estaban vencidos sus permisos.
Como en los buenos tiempos de FÉLIX, hubo una inusual actividad de
Bots y Trols que se volcaron en las redes sociales para protestar y
exigir que Barcos Caribe retomara el servicio.
Situación que no se ha dado hasta el momento, pues las investigaciones
continúan.
Habría que recordar que hay al menos media docena de denuncias en la
PGR y en la Fiscalía de Quintana Roo, cuyas autoridades aguardan
impacientes a que FÉLIX se quede sin fuero y vaya a hacer compañía a
su socio, BETO.
Así ¿o más claro?***TODO CAE POR SU PROPIO PESO.***AU REVOIR.