Acapulco, el paraíso perdido
Cuando el gobierno anterior decidió acabar de un plumazo con el cartel de los Beltrán Leyva establecido en el Estado de Morelos y la consecuente persecución de los demás líderes de ese cartel como Edgar Valdez Villarreal "La Barbie", entre otros la purga interna entre los grupos del crimen organizado y los ataques del llamado cartel del Pacifico apoyado por el Cartel de Sinaloa iniciaron una guerra sin cuartel por el control de las plazas de venta de drogas, generando desapariciones y matanzas masivas de gente vinculada a esos carteles.
La purga derivó en el nacimiento de nuevos grupos delincuenciales que no basaban sus operaciones no solo en la venta de drogas sino también en el secuestro, la extorsión masiva a comerciantes y el asesinato de ciudadanos inocentes que nada tenían que ver con ellos. Grupos como los Guerreros Unidos y el llamado Cartel Independiente de Acapulco, generalizaron la violencia en Guerrero y Morelos que se ha mantenido a flote hasta estos últimos días.
Acapulco, la perla del turismo por muchos años, incluso décadas se vio afectado por la creciente inseguridad que priva en el puerto. Inseguridad que ha podido verse en el exponencial crecimiento de la violencia y espiral de asesinatos en esta ciudad y sus alrededores.
Esta misma inseguridad obligó al congelamiento de inversiones hoteleras principalmente en Punta Diamante, así como la zona dorada de Acapulco. Graves fueron los secuestros contra turistas michoacanos en plena avenida Miguel Alemán, que después fueron encontrados en una fosa común cerca de esta ciudad. Otro fue el reciente incidente de turistas españolas violadas. A últimas fechas el asesinato de un empresario europeo que se había atrevido a rentar un auto último modelo, igual en plena zona costera. Incidentes tan graves que las mismas empresas navieras de Cruceros turísticos han cancelado hasta nueva orden el arribo a la Administración Portuaria Integral de Acapulco, concesionado a Transportación Marítima Mexicana (TMM) y que esta al punto de la quiebra por la falta de arribo de barcos mercantes o cruceros en la zona. Hay una percepción de que Acapulco es tierra de nadie y que la vida pende de un hilo al visitar la zona.
A esto se suma el nuevo incidente de que cinco turistas extranjeras fueron secuestrados este sábado por un comando armado en Guerrero (sur), donde se localiza el concurrido balneario Acapulco, pese a un fuerte operativo de seguridad que se había instalado con motivo del periodo vacacional de Semana Santa. Lo que se sabe es que un equipo especializado de la policía inició la búsqueda de los raptados, todos procedentes del estado de México (centro), de sexo masculino y de entre 23 y 26 años, quienes fueron interceptados por sujetos armados que viajaban en tres vehículos en Atoyac de Alvarez, a 90 kilómetros del turístico balneario de Acapulco, precisó la fiscalía estatal.
Incluso el gobierno federal, en coordinación con autoridades de Guerrero, desplegó un dispositivo especial, con más de 2.000 militares y agentes federales, para garantizar la seguridad de los miles de turistas que visitan las playas de este estado sureño. Sin embargo, la vigilancia está concentrada en Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo. Desde el jueves, cuando inició la Semana Santa, no se había registrado un episodio violento grave en la región hasta que ocurrió el secuestro de los cinco jóvenes cerca de Acapulco, donde las disputas del crimen organizado se han intensificado en los últimos años hasta situar a este puerto entre las ciudades más peligrosas del mundo, según un estudio de la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
Entre los últimos episodios impactantes de violencia se encuentra la violación de seis turistas españolas por un grupo armado perpetrada a principios de febrero en un bungalow de una zona turística situada a las afueras de Acapulco.
A pesar de los operativos implementados por el gobierno federal en la zona y la inversión millonaria para mejorar la seguridad en los principales puntos turísticos de Acapulco, se ha vulnerado seriamente la seguridad y constantemente hay toda clase de delitos en esa ciudad. Esta negativa percepción de los turistas nacionales y extranjeros vulneran la confianza del visitante optando por visitar otros destinos pero no Acapulco. Solo hay que ver las masivas cancelaciones de los Springbreakers que decidieron no visitar edsta ciudad.