SIN LINEA
***Un intríngulis balacera de Tres Marías: sólo contradicciones e incongruencias que embrollan más el asunto
José SANCHEZ LOPEZ
NADIE parece ponerse de acuerdo en lo que pasó realmente en Tres Marías, el pasado 24 de agosto, cuando fue atacada la camioneta blindada en la que viajaban dos norteamericanos y un miembro de la Marina Armada. Para empezar, nadie precisa qué son los estadounidenses: agentes de la CIA, Marines, agentes antidrogas de la DEA ó el FBI o instructores. De lo único que están seguros, es que son norteamericanos. Cada quien se forma su hipótesis y nada más dan palos de ciego. Hay tres versiones: una plantea el posible involucramiento de los federales preventivos con algún grupo del crimen organizado y que emboscaron a los agentes gringos, JESS HOODS GARNER y STAN DOVE BOOS y al capitán FABIAN MOLINO YERA, pero fallaron en sus intentos por liquidarlos. Otra apunta a que los federales acudieron al lugar por órdenes del Centro de Mando en las que les indicaron que debían detener, "a como diera lugar" una camioneta en la que viajaban secuestradores y la tercera, la más cómoda, que los agentes mexicanos se confundieron, es decir, "Fue sin querer queriendo". Mientras tanto, sin facultades para asumir el papel de auxiliar del Ministerio Público Federal, la Secretaría de Seguridad Pública Federal realiza una "investigación paralela". Por lo pronto, la PGR ya estableció que hubo alteración no sólo del lugar de los hechos, al ser recogidos innumerables casquillos, sino que no nada más participaron los 12 federales arraigados, sino otros 11 más, entre ellos varias mujeres policías. Por su parte, los federales arraigados aseguran que horas antes del ataque al vehículo blindado, habían auxiliado a una víctima de secuestro e iban a la "caza" de los plagiarios que operan en Tres Marías, Huitzilac y Fierro del Toro. Su versión la refuerza las declaraciones de SALVADOR VIDAL FLORES, director de protocolo del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Dijo que al ser liberado por sus plagiarios denunció los hechos y por eso la Policía Federal puso en marcha el operativo en la serranía a la espera de los secuestradores, pero llegaron los funcionarios americanos y se dio la confusión. Pero aun así, surgen interrogantes que no quedan claras. ¿Por qué los federales dispararon cuando la camioneta blindada ya se había detenido y ninguno de sus ocupantes respondía el fuego? ¿Por qué la gente de GENARO GARCIA LUNA no puso a disposición inmediata del Ministerio Público Federal los cinco vehículos en que viajaban los sujetos, vestidos de civil, protagonistas del ataque? ¿Por qué tampoco quedaron a disposición del MPF las armas utilizadas por los agresores? ¿Para interceptar, enfrentar y detener a peligrosos secuestradores, basta una docena de federales? ¿O, como acostumbran, intervienen no menos de 50? ¿Dónde están los demás que participaron? Una situación es clara, hay muy poca…voluntad, política y policíaca de que realmente se llegue al fondo los hechos.***NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER, NI…***AU REVOIR.
Nota 1.-
José SANCHEZ LOPEZ
Nueve días después de que fue "levantado" un agente de la Policía Federal Preventiva (PFP), en Fresnillo, Zacatecas, y sin que sus superiores hubieran presentado la denuncia correspondiente, el cuerpo sin vida del federal fue localizado con huellas de tortura y varios impactos de bala en un paraje despoblado entre los límites con San Luis Potosí.
Conforme a las primeras investigaciones, se sabe que el federal preventivo Valentín Ruiz Pinedo, de 30 años de edad, asignado a la Séptima Unidad de la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), fue secuestrado la mañana del pasado 28 de agosto por varios sujetos armados que lo acechaban a las afueras del motel "La Fortuna", en pleno centro de la ciudad, donde se hospedaba.
Según testimonios de moradores, el agente iba saliendo del lugar donde se alojaba cuando lo interceptaron no menos de media docena de hombres armados que violentamente lo obligaron a subir a una camioneta de color obscuro y sin placas de circulación. A partir de ese momento se le perdió todo rastro.
De manera extraña, la desaparición de Valentín no fue denunciada en su momento ante el agente del Ministerio Público Federal, pero sus superiores implementaron diversos operativos para tratar de localizarlo y detener a los captores. Incluso de habla de detenidos que finalmente fueron puestos en libertad pero no localizaron al agente Ruíz Pinedo.
Al no obtener resultados, los federales preventivos pidieron apoyo a otras autoridades y fue hasta el día de ayer cuando agentes de la Procuraduría General de Justicia de San Luis Potosí, informó a la PGR en Zacatecas del hallazgo del desaparecido.
El cadáver de Valentín, localizado en un paraje solitario, en la línea limítrofe entre Zacatecas y San Luis Potosí, tenía visibles huellas de tortura y estaba amarrado de pies y manos, con varios impactos de grueso calibre en diferentes partes del cuerpo.
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