SIN LINEA
***López Obrador y Vázquez Mota: desahuciados en su carrera a Los Pinos
José SANCHEZ LOPEZ
LOS candidatos de la izquierda y del partido en el poder, ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR y JOSEFINA VAZQUEZ MOTA, saben y están conscientes que ya no tienen oportunidad alguna de ganar la elección por la Presidencia, pero siguen adelante. Los mueve la esperanza, el peor de los virus que afectan al político y que los empuja a seguir adelante, aunque a cada paso se vean frustrados. El caso de JVM resulta trágico para el PAN: un partido en el poder que termina en el tercer lugar, con una estructura en ruinas y perdiendo las gubernaturas de Jalisco, Guanajuato y Morelos, además de su errónea estrategia de mostrarse como ganadora con encuestas caseras alteradas o falseadas. Ello la mostró como manipuladora y tramposa, por decir lo menos. Los panistas serios de inmediato se deslindaron y la dejaron sola. En la recta final de las campañas sigue dando bandazos, pero con ese estilo que le sienta bien, es lo suyo. Pide a las mujeres, a todas, que no hagan "el cuchi-cuchi" con los hombres que no voten (por ella). Esa "original" propuesta resulta vergonzante para los panistas de buena cepa, toda vez que estamos hablando de una candidata presidencial, no de una animadora ni de una "teibolera". En cuanto al señor LOPEZ, ante el fracaso de su estrategia amorosa que pronto abandonó, repite y repite la misma mentira hasta que él mismo se convence que es verdad, aunque deja salir su resentimiento, sólo que más avejentado y embustero que en 2006. El poeta besucón JAVIER SICIALIA lo describió a la perfección: intolerante, rencoroso, vengativo, sordo, violento, falso, rodeado de corrupción. Los escándalos que prepara para lo que desde ahora llama fraude electoral, sin duda serán más violentos que en 2006, llevando como punta-lanza a los actores del movimiento estudiantil, ultras, porros, macheteros, sindicalistas inconformes y rijosos. Desde luego con el apoyo logístico del frustrado "secretario de Gobernación", MARCELO EBRARD CASAUBON, amén del respaldo financiero de su contratista consentido, CARLOS SLIM HELU que compró por cuenta y orden de AMLO el diario Reforma. A propósito, están por salir sus nuevas y fantásticas encuestas en las que gana AMLO. Mientras tanto, CHEPINA y "El Pejedejo", siguen con su guerra de lodo contra ENRIQUE PEÑA NIETO y no pierden oportunidad para atacar. Lo último fue porque el candidato tricolor anunció que, de llegar a la Presidencia, contrataría al general colombiano OSCAR ADOLFO NARANJO TRUJILLO, como asesor en Seguridad Nacional. Protestan porque "se contrataría a un extranjero". Olvidan que se trata del policía calificado como el mejor del mundo, con vínculos con centros de inteligencia internacionales, cuya experiencia resultaría valiosísima.***ES DE HUMANOS ERRAR, PERO ES DE TONTOS PERSISTIR EN EL ERROR.***AU REVOIR.
e-mail: joebotlle@gmail.com
PUNTO CRITICO
17/VI/12
Atención: Sr. A. SUAREZ
ESPECIAL :
PERIODISMO EN MEXICO: ENTRE EL MIEDO, EL SILENCIO, LA TUMBA O EL EXILIO
José SANCHEZ LOPEZ
El periodismo en México, principalmente en Veracruz, se vive y se ejerce con miedo, entre el silencio, la tumba o el exilio; del 2000 a la fecha la Comisión Nacional de Derechos Humanos registra 81 periodistas asesinados, 13 de ellos en Veracruz, y la desaparición de 16 más, casi un centenar de comunicadores afectados.
Empero, organizaciones no gubernamentales como Reporteros Sin Fronteras, Fundación para la Libertad de Expresión (FUNDALEX), Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS), el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), por sus siglas en inglés, Reporteros Sin Fronteras, Amnistía Internacional y Article 19, entre otras, difieren y reportan 83 comunicadores victimados, 21 desaparecidos y una docena más que se autoexiliaron en busca de lo que no tienen en su país: ¡seguridad!
Y es que los crímenes y las agresiones contra los comunicadores se han incrementado alarmantemente, por ejemplo: en el sexenio de Miguel de la Madrid hubo 33 periodistas asesinados; con Carlos Salinas de Gortari, 46; Ernesto Zedillo, 24 y Vicente Fox, 28.
Esas estadísticas, hicieron que en febrero de 2006 Fox Quezada creara la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas y designó al licenciado David Vega Vera como titular. A la llegada de Felipe Calderón Hinojosa, fue relevado por Octavio Alberto Orellana Wiarco.
Después vendría Gustavo Salas Chávez y junto con él, el "rebautizo" de la fiscalía que se transformó en Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión que a la fecha es encabezada por la abogada Laura Angelina Borbolla Moreno.
Sin embargo, desde su creación hasta noviembre de 2009 solamente había atendido de manera oficial 99 casos de ataques a periodistas, de los cuales sólo consignó cuatro. En los seis años que tiene de existencia, la fiscalía tiene solo una sentencia condenatoria. El esclarecimiento de una amenaza vía electrónica (AP17/ FEADP/2006) contra una periodista por la que un juez federal aplicó una pena alternativa de 180 días multa y la reparación del daño 36 mil 400 pesos.
En contraste, el número de comunicadores asesinados durante este sexenio de ha disparado, pues a la fecha se tienen contabilizados 83 crímenes, 15 desapariciones y no menos de una docena de desapariciones, lo que significa que la incidencia aumentó en un 241.8 por ciento, respecto de la administración de Fox ya que de diciembre de 2000 a noviembre de 2006, fueron asesinados en promedio 4.3 periodistas por año mientras que en el actual gobierno el cálculo asciende a 10.4 homicidios de comunicadores asesinados anualmente.
Tan sólo en el estado de Veracruz son 16 los periodistas muertos de 2002 a la fecha, ocho de los cuales fueron victimados en el último año y medio y de 2005 a la fecha, la CNDH documenta, a través del Programa de Agravios a Periodistas, 580 expedientes de queja en los que reporta 79 homicidios y 14 desapariciones, así como 26 atentados a igual número de medios.
PERIODISTAS ASESINADOS EN EL 2012
El 6 de enero Raúl Régulo Garza Quirino, colaborador del semanario Última Palabra es asesinado en Cadereyta, Nuevo León; 28 de abril. Regina Martínez Pérez, corresponsal del semanario Proceso, en Veracruz.
El día 3 de mayo, justo cuando se celebró el "Día Mundial de la Libertad de Prensa", aparecieron asesinados Gabriel Huge, reportero gráfico de Notiver, y Guillermo Luna, fotógrafo de la agencia Veracruznews, así como de Esteban Rodríguez, fotógrafo del Diario, también en Veracruz.
El 13 de mayo, René Orta Salgado con más de 20 años como reportero de la fuente policiaca para el periódico El Sol de Cuernavaca, fue encontrado en Morelos; el 18 de mayo. Marco Antonio Avila García que cubría la fuente policíaca para los periódicos El Regional de Sonora y Diario Sonora de la Tarde fuer plagiado un día antes y encontrado muerto en Obregón, Sonora.
Nuevamente en una fecha significativa, el 7 de junio cuando se celebraba el "Día de la Libertad de Expresión", la reportera Hypatya Stephanía Rodríguez Cardoso, del diario "Zócalo" de Saltillo, Coahuila, fue secuestrada junto con su hijo de dos años.
Por espacio de una semana no se supo nada de ella y se temía lo peor, hasta que la noche del viernes 15 se comunicó al noticiero "Atando Cabos" de Denise Maerker, para decir que tanto ella como su hijo estaban bien: "Estamos bien mi hijo y yo, pero por seguridad no puedo llamar a mi familia, por nuestra integridad no puedo decir dónde estoy ni cómo llegamos" y sin revelar mayores detalles pidió la protección del Gobierno Federal.
En este caso, de manera excepcional, no hubo un fatal desenlace pero con su secuestro y retención se confirmó que el gremio periodístico está inmerso en el miedo. La reportera prefiere no hablar y además dejó entrever que abandonaría el país para poder vivir tranquila y seguirá.
La última de las víctimas fue Víctor Manuel Báez Chino, editor de la sección policiaca del periódico Milenio, a quien secuestraron la noche del miércoles 13 y su cuerpo sin vida fue arrojado la mañana siguiente en pleno centro de Xalapa, Veracruz.
El grupo de "Los Zetas" se adjudicó la ejecución a través de un narcomensaje y, extrañamente, en este caso si fue dado a conocer el contenido en el que calificaban de traidor al periodista, a diferencia de otros mensajes que son retirados de manera inmediata y no se difunde el texto, bajo el argumento de "no entorpecer las investigaciones".
Carlos Lauría, coordinador del Programa de las Américas del CPJ, resume la situación del periodismo en México de la siguiente manera: "Estamos profundamente preocupados por los informes sobre estos asesinatos que, registrados en el Día Mundial de la Libertad de Prensa y de la Libertad de Expresión, ponen de relieve la grave crisis en México".
Por su parte, Javier Hernández Valencia, representante de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas afirmó que México es la "zona roja" dentro del radar de los organismos internacionales ante el número de asesinatos, desapariciones y ataques contra periodistas donde libertad de prensa no existe, esos días, cuando se celebraba la valentía de los hombres y mujeres de prensa, se tiñeron de sangre con la noticia del asesinato de los reporteros en Veracruz".
Asimismo, la organización Fundalex exige al Gobierno del Estado de Veracruz y al Gobierno Federal, medidas urgentes para brindar garantías al trabajo de los periodistas, "los días que debíamos conmemorar, es decir, recordar públicamente que la libertad de expresión y de prensa son la base y sustento de los estados democráticos, el gremio periodístico y la democracia se volvieron a enlutar, Veracruz está en el clímax de asesinatos contra periodistas".
Sostienen las organizaciones defensoras de periodistas y de la libertad de expresión, que la mayoría de los casos se mantienen en la impunidad, precisamente porque la generalidad de ellos está presuntamente relacionada con el poder público y las bandas de la delincuencia organizada.
Para Reporteros Sin Fronteras, en materia de libertad de prensa y democracia México ocupa la posición 136 de 178 y es catalogado como "un país en situación difícil para ejercer el periodismo", mientras que Frank La Rue, relator de la ONU para la libertad de opinión y expresión, afirma que "México ha devenido en el lugar más peligroso para ejercer el periodismo en las Américas".
En un estudio realizado por Article 19 y Cencos, que podría calificarse como preocupante, señala que el 49.03 por ciento de los ataques contra comunicadores son cometidos por representantes de los gobiernos en sus tres niveles; el 26.45 por ciento por el crimen organizado y del 11.61 por ciento restante se desconoce la identidad de los perpetradores.
De ese total, elementos de la Procuraduría General de la República cometieron el 47.15 por ciento de los ataques; personal de la Secretaría de Seguridad Pública Federal el 21.76 por ciento, la Secretaría de la Defensa Nacional el 17.61 por ciento y el 6.75 restante de las procuradurías generales de Justicia.
La impunidad y el descaro con que operan los agresores, evidencia que podrían ser tanto narcotraficantes como las mismas autoridades de cualquier nivel que ante un "reportero incómodo", deciden primero difamarlo, después deshacerse de él y finalmente echarle la culpa al crimen organizado, que al fin está de moda.
En opinión de Yolanda Valencia Vales, presidenta de la Comisión de Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados, la situación que vive el medio periodístico en México gira en torno a siete problemas específicos:
Impunidad en el sistema judicial, colusión de las autoridades con los agresores, infiltración del crimen organizado en las esferas del poder público, falta de voluntad política para resolver los casos, falta de eficacia en las averiguaciones previas, falta de preparación de los cuadros policiales y, lo más grave, falta de solidaridad entre los mismos medios de comunicación por lo que "la impunidad es una constante".
El periodista y escritor chileno Alberto Fuguet, en su libro "Tinta Roja", nos ofrece una "radiografía" de lo que es la "fuente" policíaca en cualquier parte del mundo y ante la terrible situación que se vive en nuestro país, hoy como nunca resulta apropiado el nombre de su obra porque en México la nota roja se escribe, precisamente, con sangre.
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