*Inicia ASSA negociaciones con firmas interesadas
Lino Javier Calderón
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) tuvo el miércoles la primera mesa de negociaciones con un grupo de seis inversionistas, quienes han manifestado su interés de capitalizar a Grupo Mexicana de Aviación, señaló Lizzette Clavel.
La líder sindical indicó,e n conferencia de prensa, que todos los interesados son inversionistas mexicanos, aunque declinó dar a conocer los nombres de los mismos, por compromisos de confidencialidad.
En conferencia Clavel dijo que uno de estos inversionistas es Advent, que en México dirige Alfredo Alfaro.
"Se está viendo una reducción de vuelos, rutas y personal. Las negociaciones aún son muy iniciales. Estamos viendo, incluso, las condiciones de pago con los acreedores", apuntó la líder de ASSA.
Entre los puntos discutidos por ASSA y los inversionistas estuvieron los requerimientos de capital que necesita el grupo aeronáutico, y el ofrecimiento de los sobrecargos de ajustar las condiciones de su contrato colectivo, con el fin de alcanzar ahorros anuales de 240 millones de pesos.
"Los potenciales inversionistas están revisando los estados financieros de la compañía, cuentas bancarias, y viendo la viabilidad del negocio en el largo plazo", explicó la dirigente.
Clavel mencionó que los sobrecargos no buscan ser necesariamente accionistas del grupo, sino de mantenerlo a flote, incluyendo sus diferentes subsidiarias; consideró que al ceder en las condiciones del contrato colectivo, tendrán una parte del capital de la compañía.
"Los sobrecargos van a aportar en la medida de sus posibilidades", detalló
Grupo Mexicana de Aviación y Advent International no estuvieron disponibles de inmediato para comentar sobre el tema.
A principios de mes, Mexicana de Aviación solicitó entrar a concurso mercantil, petición que fue avalada por un juez el 5 de agosto.
El recurso permite suspender las obligaciones (deuda) que tiene la aerolínea con sus acreedores y sindicatos. La firma ha enumerado activos por entre 500 millones de dólares y pasivos por 1,000 millones de dólares.
La suspensión de estos pagos será de manera temporal, aunque no se precisó un periodo determinado, y estará sujeta a las negociaciones de la compañía con los acreedores y los sindicatos.
La aerolínea dejó de vender boletos de avión a partir del 8 de agosto, y a la fecha sus operaciones se han visto disminuidas.
