Lino Calderón
A poco más de un mes de haberse liberado el precio de las gasolinas, aún prevalece la incertidumbre sobre la cascada de aumentos de precios que se ha desatado en otros productos, pues todavía no se sabe cuál será su impacto real y las empresas no lo absorberán en su totalidad, indica un reporte del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El organismo destaca que si bien no se puede pretender no se puede pretender que esta alza sea absorbida en su totalidad por las empresas, tampoco propiciará una espiral inflacionaria.
Por su parte Gustavo Rodarte de la Serna, presidente del IMEF, comentó que debido a la liberación del precio de las gasolinas, la inflación podría aumentar hasta 5.8 por ciento en el primer trimestre del año, luego bajar a niveles del 3.0 en el segundo semestre, para finalizar el año en 5.06 por ciento.
Sin embargo, el ejecutivo pidió al gobierno federal una definición más clara de su política de precios públicos, toda vez que se espera que continúe aumentando el precio internacional del crudo y que la cotización de la mezcla mexicana se ubique en 72 dólares por barril en promedio en el año.
Rodarte de la Serna dejó en claro que el gobierno federal es quien debe fijar el precio de los combustibles, pero no debe dejar el tema abierto, para no generar suspicacias ni incertidumbre.
Por otra arte, Rodarte de la Serna consideró también necesario que las empresas mexicanas busquen una menor dependencia de sus exportaciones hacia Estados Unidos, pues representan cerca del 80 por ciento de las exportaciones totales del país.
Las empresas nacionales, dijo, tienen las herramientas para diversificar sus exportaciones, como lo han hecho las compañías de otros países.
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