(SEGURIDAD) ‘Todo arreglado’ en la Ministerial

‘Todo arreglado’ en la Ministerial

Director de Seguridad dice que no pudo negarse

SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE
Los últimos descubrimientos de que altos mandos de la SSP, PFP o bien de la SIEDO estaban involucrados con el narco, ha hecho que su efecto se propaguea otras entidades, como es el caso del Estado de México, que es que nos ocupa.
Otra de las pistas sobre la infiltración del narcotráfico en las altas esferas en los cuerpos policiacos lo dio también “Claudia”, el ahora colaborador de la PGR y quien curiosamente ocupó cargos en las direcciones de combate al crimen organizado y en el área anticorrupción de la Policía Ministerial.
En 2008, dijo, me presenté a las oficinas del director de la corporación, Luis Manuel Becerril Mina, y ahí me encontré a un ex compañero, Rafael Ramírez Jaimes, quien ahí me dijo que cualquier cosa que se me ofreciera sólo se lo pidiera.

“Yo conozco a Manolo desde la PGR y él es gente de Édgar Valdez Villarreal, “La Muñequita” o “La Barbie”, y ya sólo vamos a pactar la cantidad de dinero”, le dijo a “Claudia” el policía Ramírez Jaimes, a quien vio cada vez que el entonces jefe policiaco y ahora testigo protegido regresó a la oficina del director de la Policía Ministerial del Estado de México.

De acuerdo con los testimonios de Édgar ante los fiscales federales, dos días después de que vio por última vez a Ramírez Jaimes, junto con “El R” y le entregó un radio, además de decirle que ya todo estaba arreglado con “Manolo”, su ex compañero fue asesinado al salir de su casa.

De acuerdo con los antecedentes de Becerril Mina éste fue jefe regional de la AFI en Guanajuato y en la Secretaría de Seguridad Pública Federal director adjunto de la Coordinación de Seguridad Regional, ello antes de ser designado director de la Policía Ministerial en el Estado de México.

‘No pude negarme’

El ex director de Seguridad Pública Municipal de San Miguel Atenco, Antonio Careaga Ramírez, confesó ante los fiscales federales que recibió sobres con dinero de parte del grupo criminal de “La Familia”, “no pude negarme —justificó— porque me amenazaron con atentar contra mí y mi familia en caso de que no aceptara colaborar con ellos”.

Sin embargo, la colaboración con la agrupación criminal de este ex jefe policiaco y quien se encuentra detenido y sujeto a investigación, fue al grado de ir personalmente a la comandancia de Huixquilucan a entrevistarse con el jefe policiaco de ese sitio, Pedro Jaime Chávez Rosales, para proponerle que cambiara de bando. “Te pido que colabores con ‘La Familia’”, le dijo Careaga Ramírez mientras le advertía que “lo pensara bien”.

Cuando el jefe policiaco fue detenido por agentes federales y éstos le cuestionaron el por qué no denunció las presuntas “presiones” que recibió para que colaborara con “La Familia”, dijo que fue amenazado con atentados contra su familia y él mismo, por lo cual aceptó el teléfono y sobornos de entre 20 mil y 25 mil pesos mensuales.

Todos sabían que la policía protegía a narcos
El caso del jefe de la policía de Huixquilucan, Pedro Jaime Chávez Rosales, éste no sólo confesó que recibió la oferta de su colega de San Mateo Atenco, sino que además en el expediente del caso sobre la masacre en La Marquesa, hay un informe elaborado con informaciones de varios de sus subalternos que denunciaron que éste recibía electrodomésticos en cajas para entregarlos a los policías de Huixquilucan y así mantenerlos sin protestar.

El documento que se encuentra dentro del expediente señala que “el punto tal vez más preocupante es la participación de los comandantes actuando como protectores de los narcotraficantes, todo esto ya comprobado y donde el señor director tiene pleno conocimiento y nada ha hecho, al grado de que los narcos son escoltados por patrullas municipales hasta su destino.

“Todos los comandantes —continúa el documento— son empleados del narcotráfico y hasta ellos (los narcos) dan órdenes para que los patrullajes se hagan donde ellos decidan, para que pasen la droga sin ningún contratiempo; sobre esto es incomprensible que el director reciba al comadante Antonio Ramírez Cervantes en su propia oficina y no haga algo para anular al citado comandante y evitar que siga reclutando policías y comandantes, que en vez de vigilar se dedican a cuidar a los narcos”, se indica.