Redacción
El impuesto de 5% a los refrescos que había aprobado por unanimidad la Cámara de Diputados fue rechazado ayer por el Senado de la República.
El dictamen recibió el respaldo de las bancadas de PRI, PRD, PVEM, Convergencia y algunos de PT, que conformaron un bloque de 73 votos que venció a los 55 legisladores del PAN, dos del PT y uno del Panal, que apoyaron el gravamen. Esta decisión provocó que los senadores ajustaran también la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de 2007 en 4 mil millones de pesos, y que será devuelta a los diputados junto con la Miscelánea Fiscal que incluía el impuesto a la producción de refrescos.
En el Congreso hay posiciones encontradas sobre la aprobación.
En el Senado se mencionó que si los diputados aceptan las modificaciones que le hizo la Cámara Alta a la Miscelánea Fiscal se promulgarán, pero si en San Lázaro se rechazan los ajustes, las minutas volverán al recinto de Xicoténcatl para que se reconsideren los cambios.
Sin embargo, algunos diputados consultados indicaron que de aprobarse el gravamen a los refrescos por segunda ocasión en la Cámara Baja, el dictamen de la Ley del IEPS ya no tendría que regresar al Senado.
En la actualidad se cobra un impuesto especial a los refrescos de 20%, excepto los endulzados con azúcar.
En un último intento por rescatar algo de los ingresos perdidos -unos 700 millones de pesos-, el panista Gustavo Madero, presidente de la Comisión de Hacienda, propuso gravar por lo menos los refrescos light, pero esto fue rechazado.
El priísta Manlio Fabio Beltrones sostuvo que el impuesto ha dejado de apoyar a los productores de azúcar, mientras que el perredista Pablo Gómez sostuvo que el gobierno pretende quitarle dinero al pueblo y regresárselo por otra vía (planes sociales).
En San Lázaro, diputados del PRD se inconformaron con sus correligionarios del Senado y aseguraron que mantendrán su intención de gravar los refrescos.