Primer gira de FECAL fue de pisa y corre

*El repudio al yunquista no se hizo esperar

Redacción

MORELIA, Mich.- La esperada visita de FECAL a su tierra natal, el estado que eligió para arrancar sus giras como presidente electo, no fue lo que hubiera deseado, sino como se merece, de cuerdo con los michoacanos. El yunquista, el hijo pródigo de estas tierras, el futuro presidente de México, fue perseguido y junto con él los dos autobuses que transportan a los medios de comunicación que fueron el objetivo de huevos y piedras que lanzaron simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador.
Iracundos gritaron sus consignas en los dos sitios a los que asistiría el panista.
Dos veces se modificó la agenda. El homenaje al héroe de la Independencia sería en la Casa Morelos, pero las condiciones de seguridad no se cumplían. Se cambió a la plaza del mismo nombre.
A una orden por radio, en segundos, la plaza fue copada por todo tipo de policías. Todo estaba listo. Salvador Vega y Abraham González, amigos del presidente electo, fueron enviados para verificar si podía llegar Calderón. Reportaron que no. "Se cancela el acto", dijo el equipo de campaña.
La salida fue en fuga. Los perredistas corrieron tras los camiones, chiflidos, mentadas de madre y gritos. En el Centro de Convenciones, el segundo evento, la entrada fue por atrás. A los manifestantes los cercaron a unos 200 metros. Al terminar el acto, todos fueron tomados por sorpresa: "Vamos a la plaza, de regreso", dijeron retadores los panistas... y de vuelta, al casi frustrado homenaje.
A toda velocidad el presidente electo Felipe Calderón Hinojosa abandonó el Centro de Convenciones del estado para no ser alcanzado por los perredistas que, iracundos, lo buscaban para reclamarle lo que calificaron como "su imposición".
Los toreó. Salió a toda prisa su convoy de camionetas, la de él blindada, y en sólo dos minutos encabezó un minihomenaje al héroe nacional José María Morelos y Pavón en una plaza del mismo nombre; ahí donde dos horas antes había cancelado el mismo acto.
Lo anunciaron como cancelado, pero en secreto los panistas decidieron que sí lo harían más tarde.
Decenas y decenas de policías locales y estatales, fuerzas especiales, francotiradores apostados en los edificios a los lados de la plaza y civiles con radio en mano cuidaban que no se desatara el desorden.
Algunos manifestantes dijeron ser miembros de la Asamblea Popular del Pueblo de Michoacán (APPM), pero éstos fueron encabezados por Ricardo Luna, secretario del PRD en la entidad.
Dos minutos estuvo el presidente electo, tiempo suficiente para dos dianas de la banda militar y una guardia de honor.
La ofrenda floral recibió la ira de los perredistas, quienes llegaron tarde al reclamo contra el presidente electo. Ya se había ido. Tomaron las flores, las patearon y sus restos despedazados fueron quemados frente al palacio de gobierno, colofón de una gira correteada y a toda velocidad. Al término de la gira, a Calderón se le alcanzó a preguntar si estaba preocupado y sólo dijo: "No, al contrario, estoy muy contento de estar en mi tierra", jajaja que irónico!.

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